El tema del TLC nos llevará varias entregas, más aún si agregamos comentarios de Trump y observamos el papel de China, pero recapitulemos.

México forma parte de la OCDE; decisiones personales acertadas de Moreno Valle y del gobierno de Tlaxcala, asentaron la AUDI en Puebla y quince empresas en el oriente del estado, mejorando condiciones de vida, aterrizando contratos comerciales internacionales hasta el bolsillo familiar:  empleo mayor impacto que despensas.

Es el TLC el acuerdo mexicano con EEUU y Canadá que más volumen de comercio representa. Para México, tres temas polémicos con los EEUU: migración, apertura energética y transporte; el país vecino nunca cedió, México, aun así, abrió la puerta a la inversión extranjera en petróleo.

TLC vende el 70 % de toda su producción fuera de su zona, esto beneficia a México y Canadá, pero principalmente a los EEUU. Si la revisión del TLC abre los capítulos que llevó mucho tiempo negociar y que funcionarán plenamente, posiblemente Trump no vería sus resultados. Este es el primer escenario que aquí apuntamos.

El tratado lo hacen los gobiernos como acuerdo marco, pero son las empresas las que participan, comercian y se benefician. Si el TLC dejara de funcionar, según Carla Hills, negociadora americana del TLC, EEUU perdería 5 millones de empleos. Julien P. Reynaud, de la OCDE, dijo que Estados Unidos sería la nación que más perdería si se sale del acuerdo.

El 80 % del comercio mexicano se hace con los EEUU, pero tenemos 27 mil 443 empresas americanas, de las cuales 7 mil 227 son manufactura que exportan a los EEUU. México debe con urgencia diversificar su comercio, sufre ahora no haberlo hecho antes.

La inversión de la primera potencia, que es EEUU, en México en 2015 fue de 196 mil mdd, mientras que con la segunda potencia, China, solo tenemos un comercio de 100 millones de dólares. Al interior del TLC se moverán, en 2016, 600 mil millones de dólares, una diferencia de 600 a uno, urge ampliar el comercio mexicano con China.

En México se ofrecen bajos salarios, por lo cual salen, en promedio anual, 600 mil mexicanos a buscar oportunidades al país vecino. Veremos qué pasa después del 20 de enero de 2017, toma de posesión de Trump.

No hay que crear escenarios catastróficos sobre las declaraciones de Trump, pero tampoco cándidos, la canciller mexicana Claudia Ruiz Massieu declaró que “no hay soporte legal que nos obliguen a pagar el muro”, y ¿cuándo? EEUU ha empleado la ley para presionar al gobierno mexicano para que ceda a sus intereses, como ejemplo está Pemex.

Trump amenazó a empresas americanas de imponer un impuesto de 35 % si se venían a México, pero la Organización Mundial de Comercio establece como límite arancelario de 12%. Conclusión: Trump no sabe qué es la OMC.

Debemos leer las declaraciones sobre el TLC, el TTP y la migración que dan los distintos actores en la unión americana, de China, Europa y Japón, para ampliar nuestros escenarios.

Bloomberg, exalcalde de New York y empresario judío, asegura que “no habrá deportaciones masivas de migrantes con Trump”.

El actual gobernador de California, Edmund G Brown: “California no va a deportar migrantes”, cuyo Congreso apoya la obtención de licencias para migrantes ilegales.

Xi Jinping, primer ministro de China, está muy molesto por la llamada de Trump a Taiwán fuera de toda cortesía diplomática, cuando EEUU es el mayor comprador de mercancías chinas.

Japón acaba de ratificar el TTP, ojo con este propósito, aun cuando Trump asegura salirse de este tratado. Henry Kissinger a la revista “The Atlantic” de Boston: “Ni él conoce hacia dónde va la política exterior de Trump”, la ilustración que Carlos Slim nos da sobre las oportunidades que México tendría con Trump.

Atendamos los resultados de la reunión “US-México CEO Dialogue”, en donde participarán empresas mexicanas y estadounidenses, pero principalmente la entrevista de Claudia Ruiz Massieu con Yang Jiechi y las propuestas de Qui Xiaoqi, este tipo de ejercicios nos dará luz sobre el TLC y el futuro de México.

Pero mucho ojo, las calificadoras financieras internacionales advierten alta vulnerabilidad a la economía mexicana, predicen como malo el futuro económico de nuestro país para 2017, poco crecimiento es nuestro talón de Aquiles.

Qué podrían hacer los medios, la sociedad mexicana y el gobierno: retomar y fortalecer el federalismo, como mecanismo que armonice intereses de federación, estados y municipios como contrapeso a la presión americana.

Fortalecer la rectoría política y económica del Estado, para defender  intereses sociales, que alguien vele por la niñez y juventud (53 % viven en pobreza), que defiendan la calidad educativa, un piso elemental de salud para todos y que protejan los salarios para que, al menos, superen la línea de pobreza (Inegi).

Proponemos una revisión de la estructura institucional ya obsoleta y disfuncional, pero ¿quién lo va a hacer?

Con todo ello, hagamos nuestros escenarios, y ojo con los equipos mexicanos para la renegociación del TLC por el riesgo de la cacocracia, “que entreguen todo antes de que se los pidan a cambio de trece monedas”. Todos los mexicanos y los medios de comunicación deberíamos estar pendientes de esta negociación.

FUENTE: El Sol de Tlaxcala